
En el inicio del verano observamos de nuevo la majestuosa arquitectura de la naturaleza, que siempre nos ha seducido e inspirado. En especial a la caracola hipnótica, que hemos tenido que entender creando la serie Fibonacci: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89,…. hasta el infinito.